lunes, 23 de abril de 2012


La Gran Colombia


Primera República de Colombia o Gran Colombia es el nombre dado en historiografía a un extinto Estado suramericano que fue creado en 1821 por el congreso reunido en la ciudad de Cúcuta con el nombre de República de Colombia. Dicho término se emplea para distinguirla de la actual Colombia, que para ese entonces se llamaba Nueva Granada.
Esta república existió jurídicamente entre 1821 y 1831 y se configuró a partir de la unión de las anteriores entidades coloniales del Virreinato de la Nueva Granada, Capitanía General de Venezuela y Presidencia de Quito, al igual que la Provincia Libre de Guayaquil. Su superficie correspondía a los territorios de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela, así como a pequeñas porciones de terreno que hoy pertenecen a Brasil, Costa Rica, Guyana, Nicaragua y Perú. Si bien la Gran Colombia fue creada mediante la Ley Fundamental de la República de Colombia expedida durante el Congreso de Angostura (1819), el Estado como fruto de la unión de dichos pueblos no vio la luz hasta el Congreso de Cúcuta (1821), donde se redactó la Constitución con la cual se implementó y reglamentó su creación.
El país se disolvió a finales de la década de 1820 e inicios de los años 1830, por las grandes diferencias políticas que existían entre partidarios del federalismo y el centralismo, así como por las tensiones regionales entre los pueblos que integraban la república.


Antecedentes


Después del fracaso de la Segunda República de Venezuela y su corta permanencia en Nueva Granada como comandante militar, Simón Bolívar se vio obligado a reflexionar sobre la causa de los fracasos previos, la situación internacional y la forma de lograr la independencia de forma duradera. Sus reflexiones le llevaron a la conclusión de que para alcanzar la independencia definitiva se debía derrotar totalmente a los españoles para impedir que realizaran acciones de reconquista. Para ello, los esfuerzos descoordinados y dispersos de los caudillos regionales a lo largo de América debían ser unificados bajo un mandato único y como garantía de una independencia permanente se debía crear una república grande y fuerte que pudiera desafiar las pretensiones de cualquier potencia imperial.
La idea de crear una nación semejante hizo que Bolívar tuviera un objetivo político mucho más amplio, lo que en definitiva le motivó a actuar de una manera diferente a las veces anteriores. En el contexto de las Guerras de Independencia Hispanoamericana, fuerzas revolucionarias lideradas por Simón Bolívar sentaron las bases de un gobierno regular en una convención constitucional. Previamente, el gobierno había sido militar y altamente centralizado con poder ejecutivo directo ejercido por vicepresidentes o gobernadores mientras el presidente Simón Bolívar estaba en la campaña libertadora de Colombia y en la Guerra de Independencia de Venezuela.



Historia


En 1816, Simón Bolívar, con la ayuda de los generales Urdaneta, Piar, Páez, Mariño, Nariño, Monagas, entre otros, conseguiría una serie de victorias sobre los realistas. Después de liberar Guayana y Nueva Granada, proclamó el 17 de diciembre de 1819, en Angostura (actual Ciudad Bolívar) su fundación. Los últimos contingentes realistas en Venezuela fueron derrotados en la histórica Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. El 28 de noviembre de 1821 se da la Independencia de Panamá y voluntariamente se une al sueño de Bolívar firmando con España un pacto de no agresión.
La resistencia de España en el continente terminó en Perú con la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, en la que se consagró definitivamente como héroe Antonio José de Sucre (1795-1830). Todo el poderío español en el Virreinato de Nueva Granada y en Perú, quedó hundido bajo los golpes de tres hombres: Bolívar, Miranda y Sucre; fallecidos en diferentes circunstancias: Bolívar el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta, Colombia; Francisco de Miranda en la cárcel de la Carraca, en Cádiz, en 1816; Antonio José de Sucre, asesinado en Berruecos, Nueva Granada (actual Colombia), el 4 de junio de 1830.
Sin embargo debido a tensiones regionales no alcanzó a durar la unión política de los territorios del antiguo Virreinato. La oposición al gobierno de Bolívar era en general, secesionista. En 1830 Venezuela y Ecuador declararon su independencia de la República de Colombia, quedando finalmente disuelta la Gran Colombia en 1831, dando nacimiento de tres entidades estatales distintas: Nueva Granada, Ecuador y Venezuela. La secesión venezolana fue dirigida por el General José Antonio Páez (1790-1875), quien ya había combatido bajo las órdenes de Bolívar y poseía desde entonces el virtual control de la parte venezolana de la república. Páez se convirtió en el primer presidente del nuevo estado venezolano, y gobernó intermitentemente hasta 1863. En Ecuador asumió Juan José Flores. Reducida a la Nueva Granada, presidida por Rafael Urdaneta quien originalmente había ejecutado un golpe de estado pensando en devolverle el poder a Bolívar, la Gran Colombia se disolvió tras el derrocamiento de Urdaneta. En la Nueva Granada se eligió como vicepresidente interino a José María Obando, un año después asumió Francisco de Paula Santander como presidente y delineó la estructura del nuevo Estado.
En Venezuela, en 1835, un grupo de oficiales patriotas se levantaron contra el presidente José María Vargas, en lo que se conoce como Revolución de las Reformas, para exigir la reconstitución de la Gran Colombia, reformas políticas y el fin del poderío económico de la oligarquía, fortalecida con el comercio de importación y exportación. Obtuvieron un triunfo efímero, pero luego retomó el poder el general José Antonio Páez con lo que se hizo definitiva la disolución de la Gran Colombia.
Proyectos similares en América Latina fueron la Confederación Perú-Boliviana y la federación de las Provincias Unidas del Centro de América.